No sé de ti es posiblemente uno de los poemarios que más me han sorprendido últimamente. Qué poderío de imágenes, qué ritmo y cadencia, qué de tropos. Bendita estructura lingüística que nos hace comprender más este idioma español de tanta tradición y modernidad lírica. Estos diez poemas largos dan cuenta de la identidad del poeta en su imbricación con el lenguaje y esa obsesión por el recuerdo constante. Memoria, mirada y lenguaje. Creo que es un ver avanzar la vida y su dolor al ser vivida. La presencia constante de la ausencia. Un poemario que recoge y aúna todas las señales, esas partículas mínimas del lenguaje que nos despiertan y de qué manera. Un libro que encierra lucidez a raudales para interpretar la esencialidad del ser siendo y puesto ahí, al crisol de la existencia: la seguridad de que no merezco ninguna otra cosa/ que seguir caminando con firmeza por el mundo/ destinado a derrumbar las ruinas con tu manto.