En el departamento de Escritura y Ciencias Teatrales de la RESAD tenemos vocación ciceroniana, y presentamos, cada año, los frutos de nuestro huerto, siempre de temporada. En El futuro es de los viejos, de Ana Alcaina, la comedia sirve para tratar temas muy graves como el suicidio o la angustia del No Future. 121 años de ilusión, de Irene García Herráez, cuenta el último siglo de nuestro país imbricando la historia general con la del Atlético de Madrid. Idealistas, de Macarena Millán, satiriza sin compasión y con muchas risas el problema de las infraviviendas. Inflando el globo, de María Cayetana, se centra en la dañina proliferación de las fake news y la cultura Influencer. Vaya patio, de Lucía Cerván, cuenta la historia de un centro de atención a las personas con discapacidad amenazado por el cierre; Frida, pintando la esperanza, de Florianne Valadez es un musical sobre la célebre pintora mejicana y sobre su época fabulosa; y finalmente Quelis, de Carlos R. Gonzalez, es otro musical, este sobre la amistad de un grupo de mujeres en la España de los primeros años 90. Como siempre, habrá textos que gustarán más o menos a unos o a otros, pero una cosa es segura: para llegar a ellos nuestro alumnado ha tenido que ensuciarse las manos en la tierra. Y lo ha hecho como corresponde: sin dejar de cantar.