Un transportista que pierde una momia. Un esclavo devuelto al vendedor porque está endemoniado. Los problemas jurídicos de un honesto vendedor de venenos. Una turba que reclama la devolución de sus esqueletos. Camellos pagados en cómodos pedazos. Y un sufrido Pretor que lidia cotidianamente con estos y otros asuntos que le traen al tribunal los tipos más estrafalarios del Imperio. Para quien no sabe una palabra de Derecho, y tiene curiosidad, pero ignora ( será posible!) que el Derecho es algo tremendamente divertido. Para quien sí sabe Derecho, pero añora el Romano (y sus tiempos mozos). Para profesores de Latín, Griego, Historia o Derecho: un divertido elenco de ejemplos, basados en casos reales, con detallados índices de fuentes y materias.