La casa en el límite es para muchos el libro pionero y más destacado de lo que se ha venido a llamar horror materialista. Insertada
en la época victoriana, la obra deriva y es la culminación del cuento de terror gótico tan de moda entonces, que se proclamaba la
defensa del espíritu o el sueño frente al racionalismo. Pero Hodgson inicia un nuevo camino, dejando de lado el aspecto gótico, el
castillo, los fantasmas y las puertas que crujen, se adentra en un nuevo terror, compuesto de monstruos y criaturas materiales en
escenarios más cotidianos. In.. uido sin duda por la revolución científica (hay que recordar que Einstein formuló su teoría general de la relatividad especial, lo que revolucionarían el mundo de la física en 1905) que podía ser tan sobrecogedora como los fantasmas. Al horror de Hodgson se le ha denominado también cósmico, porque es un terror a la insignificancia y angustia del ser humano frente a la inmensidad y lo desconocido del universo, todo ello de la mano de la locura. Por eso los críticos han visto en el sello de Hodgson en autores como Lovecraft , pero también en los grandes de la ciencia ficción como Arthur C. Clarke y Stanley Kubrick, e incluso en la reciente La piel fría. El límite al que se refiere el título de la obra es en primer lugar un límite geográfico: porque la casa se encuentra en un lugar remoto y al borde de un extraño abismo que actúa como una puerta a otras dimensiones; pero alude sobre todo a una frontera mental, que separa lo racional de lo irracional, lo cotidiano del terror más absoluto.