En estas Cartas a Margarita y Jorge Camacho (1967-1990), escritas en un estilo directo y desgarrado, podemos seguir la estremecedora lucha de Reinaldo Arenas para sacar (y salvar) sus libros del control policial cubano (y publicarlos en el extranjero) y para salvarse él mismo, tras pasar por los campos de trabajo y las cárceles de Castro, hasta conseguir ser libre por fin huyendo de su patria. Ya en EEUU, tras adquirir su autor una penosa enfermedad, muestran estas cartas la lucha titánica del escritor por cerrar una obra completa (sobre todo su pentagonáa y su autobiografía), dejándola terminada y lista para su edición y lectura. Las Cartas de Reinaldo Arenas son un complemento real, lleno de detalles desbordantes, de su libro de memorias Antes que anochezca. Este episolario, que aquí se publica por primera vez en su idioma original castellano, es un bello ejemplo de fidelidad y amistad, la que hubo entre los Camacho y Arenas por encima de circunstancias históricas difíciles, a veces casi insoportables. También es un ejemplo digno de lucha contra la tiranía política y civil. Pero, sobre todo, este epistolario muestra la fuerza desbordante de la voluntad de hierro de un escritor por salvar y completar su obra frente a las adversidades de la salud y su triste destino histórico.
Reinaldo Arenas nació en Holguín (Cuba), en 1943, en una familia de campesinos. Desengañado de la Revolución -a la que en un principio apoyó estuvo dos años encarcelado por ser considerado como un "peligro social" por el régimen de Fidel Castro, que persiguió cruelmente a su persona y su obra. En 1980 consiguió huir a Estados Unidos en cuya ciudad de Nueva York vivió hasta su suicidio, tras larga enfermedad, en 1990. Escribió poesía, novelas y cuentos, teatro y ensayo. Como autor de novelas destaca su pentagonía centrada en la represión del régimen castrista (Celestino antes del alba, El palacio de las blanquísimas mofetas, Otra vez el mar, El color del verano y El asalto).Su autobiografía (Antes que anochezca), fue llevada al cine con éxito por Julián Schnabel, con interpretación magistral de Javier Bardem.