Pocos cuadros me han producido una mayor emoción erótica que el que pintó Leonardo da Vinci bajo el título Santa Ana, la Virgen y el Niño, y que se encuentra en el Museo del Louvre de París. Freud nos dice en su magnífico ensayo sobre esta obra maestra que "la esencia de la creación artística es, desde el punto de vista psicoanalítico, inaccesible". Sin embargo, no puede considerarse este cuadro como una simple consecuencia del azar o un reflejo del inconsciente, sino más bien como una obra que introduce el humor y la mistificación de la religión en la pintura del Renacimiento. Freud escribe a este respecto: "Es muy posible que Leonardo abandonara, a causa de sus estudios e investigaciones científicas, toda concepción cristiana del universo; de hecho, ya en su época fue acusado de no creer en los dogmas católicos".
AUTOR
JORGE CAMACHO(La Habana, 1934), pintor y anartista surrealista, ha realizado numerosas exposiciones personales en Europa y América. Apasionado por la fotografía, publica en 1994 el álbum Cruces de Doñana, en colaboración con Juan Carlos González Faraco, y en 1998 El Lobito de Moguer, con Juan Villa. Asimismo, ha publicado varios libros sobre la Alquimia Tradicional, habiendo colaborado en este ámbito con Eugene Canseliet, Bernard Roger,René Alleau y Alain Gruger. Actualmente, prepara un nuevo reportaje fotográfico titulado Soles de Sombra, junto al poeta surrealista Guy Cabanel, cuyo objeto es el ombligo femenino y sus implicaciones eróticas. Vive con su compañera, Margarita, entre París, Almonte y El Rocío, donde disfruta jubilosamente de unas merecidas vacaciones permanentes.