Situada en el futuro la historia, Tea es una niña que está despertando a su adolescencia, con muchas preguntas por hacer en un mundo donde las reglas les vienen impuestas por un orden superior, aunque Tea decidirá por sí misma lo que debe hacer. Con una introducción en la que se rinde homenaje a Trainspotting con el monólogo del protagonista Renton, TEA es una historia de rápida lectura (con sus 64 páginas) pero no fácil, repleta de simbolismos, como una madre anclada en el pasado, el fuego interior de Tea o el condicionamiento de la sociedad. María Herreros juega hábilmente con estos elementos para despertar sensaciones en el lector y responder a las preguntas que Tea se hace. El estilo personal de María Herreros sube un peldaño más en TEA, en el que un uso acertado del color en bitono salmón-negro le da un atractivo visual a la obra, alternando las ilustraciones a página completa con la distribución de viñetas en las páginas, no más de cinco viñetas en cada una. La edición de Diminuta y su presentación es una pequeña delicia.