Aunque me libraba de los procesos semanales por delitos de prensa, no me libraba de las visitas forzadas a la Cárcel Modelo cada vez que venía a España una figura política extranjera. Desde los primeros meses de 1934, no recuerdo que haya pasado un mes sin disfrutar del alojamiento gratuito a cargo del Estado en la cárcel, a veces era una semana, otrasdos, la última vez, ya inminente el alzamiento nacional julio fr 1936, por un mes y medio.