Este libro narra el relato de un fascinante viaje que -el autor, ateo convencido- realizó en el 2007 por tierras de Israel y Palestina, metido un tanto a contracorriente, en el contexto de una peregrinación franciscana a los lugares dados en llamar por el cristianismo Tierra Santa, lugares en los que, el Jesús quizá histórico, vivió, ejerció su magisterio y murió ajusticiado en la cruz dando lugar a una nueva fe. Viaje feliz, interesante y divertido, pero en el que el autor-peregrino no puede menos que mostrarse estupefacto, escéptico y en ocasiones irritado por el monumental montaje de siglos de lo que denomina Parque temático del cristianismo, a beneficio de la narrativa evangélica canónica y hasta de la apócrifa, donde el mito y la milagrería se manifiestan a gusto por todo lugar y cueva en forma de edificaciones en ocasiones magníficas y otras no tanto, visitadas con veneración por multitudes de gente de todas las fes cristianas, aun las más enfrentadas y beligerantes.