De pequeño, a Piotr Tchaikovsky le encantaban los cuentos, y tenía una niñera que sabía muchos.
Ya de mayor, al ver que a su sobrino Bobik de seis años le gustaban mucho los cuentos y tocar el piano, le compuso una serie de piezas para piano que pudiera tocar. Cada una hacía referencia a una historia fantástica, a un cuento inventado, a un juguete o a algún viaje. A todas estas piezas les puso títulos muy sugerentes para que cuando Bobik las interpretara se las imaginara y disfrutara todavía más.
A este cuaderno de música para piano lo tituló Álbum de la juventud en honor a su admirado Robert Schumann. En referencia a este álbum, escribió: "...estoy empezando una colección de miniaturas para niños. Hace tiempo que pienso que estaría bien enriquecer el repertorio de piano para niños, que es muy escaso. Quiero escribir toda una serie de piezas breves, que resulten muy sencillas y con títulos que sean atractivos apra los niños, como las de Schumann."