Transcurridos veinticinco años desde la muerte de Stanley Kubrick (1928-1999) su cine sigue siendo materia de análisis y de estudio para las nuevas generaciones que descubren las excelencias de un realizador que supo ganarse el respeto, cuando no la admiración, de la industria cinematográfica, de la crítica y de los espectadores en términos generales a lo largo de su actividad profesional, sobre todo a partir de la presentación en sociedad de 2001: una odisea del espacio (1968). En el mismo año del deceso de Kubrick apareció en el mercado editorial en lengua española una monografía sobre el director neoyorquino dentro de la colección «Serie Mayor» de Dirigido por siendo al cabo del tiempo uno de los libros más vendidos nuestro país bajo el epígrafe «Cine».