Beatriz Díaz ofrece al lector unos poemas evocadores que capturan emociones intensas, momentos fugaces y obsesiones a punto de revelarse. Realiza un valiente diálogo interior a través de la invitación a la reflexión y a la contemplación. Parece decir, ven, siéntate junto a mí, entre rosales y espinas para disfrutar del nirvana a través de estas baladas, de las certezas, de la encrucijada de estos secretos en el escenario del universo. Poesía instintiva, dinámica, de significancia en las pausas, en los silencios, en una lírica en la que el demiurgo legitima la búsqueda y el encuentro con el amor. Placer, pasión y ternura se convierten en un vibrante canto. El amor, con mayúscula aquí; los ecos de la visión amorosa, sin artificios; la pulsión onírica en cada palabra escrita, en este Paraíso.