La Humanidad, un simple Número, debería ser un Todo armónico, pero demasiadas fronteras, demasiadas naciones, demasiadas etnias, demasiadas religiones, demasiada maldad, lo impiden. Hoy, año 2025 del Tercer Milenio de la Era Común, los 8200 millones de seres humanos que la componen, están sufriendo la más grave crisis existencial de sus 300 000 años de presencia en el planeta. USA y China, dos colosos políticos, económicos y militares, disputan entre sí por la hegemonía mundial en la Tierra y en el Espacio. Un potencial enfrentamiento bélico entre ellos podría provocar la entrada de países aliados de ambos bandos en el conflicto, dando inicio a la temida III Guerra Mundial, que terminaría con un holocausto nuclear, el Armagedón bíblico, y significaría, con toda certeza, la extinción de la Humanidad actual. Sería la más estúpida de todas cuantas extinciones de especies humanas se han producido desde la aparición de Homo hace 2 500 000 años. ¿Podría engendrar la Naturaleza otra especie humana? Es perfectamente plausible, pues ya ha engendrado una multitud. Pero, mientras la espada de Damocles, ahora nuclear, pende sobre la inerme Humanidad, esta tiene ante sí feraces Oportunidades que puede y debería aprovechar y al mismo tiempo se enfrenta a malsanas Amenazas que puede y debe eliminar. Para ello es condición sine qua non que USA y China lleguen a un acuerdo de mínimos y establezcan una colaboración eficaz.