Quilombo representa plenamente las características de la poesía de Santiago Castelo: el dominio técnico del sonido y la estructura del poema, la reflexión lírica en torno al paisaje, el tono elegíaco, los homenajes a seres queridos. "Si, por fortuna, lector, lo eres nuevo de este extremeño -dice Anselmo Martínez Camacho en su Prólogo bisiesto-, hallarás aquí uno de esos versos que hacen perdurable a un poeta."
José Miguel Santiago Castelo (Granja de Torrehermosa, Badajoz, 1948) comenzó a colaborar desde los 17 años en el Hoy de Extremadura, estudió Periodismo y a los veintiún años ingresó en ABC de Madrid, diario en el que desde 1988 es Subdirector. Ha recibido prestigiosos reconocimientos a su labor periodística como el Premio Nacional de periodismo "Julio Camba".
Su pasión por la poesía le ha llevado a dirigir varias revistas, a organizar coloquios y lecturas, y sus versos han aparecido en numerosas publicaciones de todo el mundo y han merecido prestigiosos galardones. Entre sus libros de poesía destacan Tierra en la carne (Madrid, Oriens, 1976), Memorial de ausencias (Salamanca, Colección Álamo, 1979. Este libro fue premio Fastenrath de la Real Academia Española), Monólogo de Lisboa (Barcelona, Ediciones Rondas, 1980), La sierra desvelada (Colección Arbolé, 1982), Cruz de Guía (Madrid, Ediciones Alpe, 1984), Cuaderno del Verano (Badajoz, Colección Alcazaba, 1985), Como disponga el olvido (Madrid, Adonais, 1986), Siurell (Mallorca, Consell Insular, 1988), Al aire de su vuelo (Junta de Castilla y León, 1993), Habaneras (1997), Hojas cubanas (Academia Cubana de la Lengua, 1998), Cuerpo cierto (Editorial Regional de Extremadura, 2001), La huella del aire (completa antología de su obra, Edit. Reg. de Extremadura, 2004). Es miembro de la Real Academia de Extremadura, de la que es Director, y de la Academia Cubana de la Lengua. También lo es de la Academia Norteamericana de la Lengua Española.