A lo largo del siglo XIII, se creó en Toscana il Novellino, un precioso compendio de cuentos, novelle, de autor o autores
anónimos, destinado a un público ciudadano burgués, al que los ejemplos narrados ofrecían modelos de comportamiento y de educación refinada.
El manuscrito más importante, de entre los que conocemos, del siglo XlV, comprende 85 narraciones, y viene titulado Libro delle novelle e di bel parlar gentile, en tanto que la primera edición impresa (1523), más amplia, se titula Cento novelle, y derivaba de un manuscriro hoy perdido. Muchos de estos cuentos se remontan a la tradición clásica filtrada a
través de los modelos medievales; otros son de origen mediolatino y francés, y hacen referencia a temas de las novelas caballerescas. Especial importancia alcanzan los exempla sacados de la vida de los santos o de hechos milagrosos. Muchísimas son las referencias a temas feudales y bastante frecuentes las narraciones que se refieren a personas reales, que vivieron en aquella época o murieron poco después, algunos conocidos por sus nombres en épocas posteriores.
Nació así una obra muy viva, en la que se nota la tradición oral: cuentos normalmente muy breves, que tienden a poner en evidencia el momento conclusivo del acontecimiento narrado, sin preocuparse por hacer desarrollos especiales de la trama. Escritos en vulgar florentino, enriquecido por términos y locuciones derivadas del francés y de la liturgia latina.