"Quedé absorta ante la belleza del pequeño mundo que habité. Quebrada ante la pretensión del vasto que desconocía. Quieta
en mi intimidad, cálida en mi cuerpo. Con la urgencia de no emitir o escuchar sonido humano."
En compañía de estos pensamientos, Lilith emprende el viaje que la lleva desde el paraíso a tierra de nadie en busca de su
verdadera identidad. Una hermosa metáfora ilustrada de la profundidad femenina.