En Senegal, Ibrahima tiene una vida tranquila. Es feliz. Echa de menos a sus padres y a su hermano, que han emigrado a Cataluña, y espera que algún día vuelvan y puedan vivir todos juntos. Pero, de pronto, se encuentra con que él también debe dejar su tierra. Y a su hermana mayor. Él no quiere dejar Senegal. Allí tiene a sus amigos, la escuela, su vida. Y, ahora, él debe marcharse para ir a vivir con sus padres a Lleida, una ciudad muy diferente a la suya. Y tiene que empezar en un nuevo instituto, donde no conoce a nadie. Ni siquiera las lenguas que se hablan allí. Ni las costumbres. ¿Conseguirá Ibrahima ser feliz y acostumbrarse a este nuevo mundo?