Humanos es algo así como un experimento literario con el que la autora pretende demostrar que, combinando dos géneros antagónicos -la novela histórica y la ciencia ficción-, es posible crear una obra audaz e innovadora. Dos singladuras con un rumbo incierto tejen el entramado de Humanos. La primera la protagoniza Cristóbal Colón en su viaje inaugural al continente americano en 1492. La segunda, las graftas, unas criaturas procedentes del planeta Orkek que se dirigen a la Tierra poco antes de que la habite el ser humano. La tripulación de ambas expediciones comparte una misma ambición: descubrir un Nuevo Mundo y apropiarse de lo desconocido.