La crudeza del desamor tratada con rebeldía, casi desafío, como si no hubiera que detenerse en el desconsuelo ni el rencor. El verso No estoy y no me duele muestra la presencia dual que Marisa López Soria despliega en el poemario En consideración, te escribo, donde los poemas se suceden intimistas y, a la vez, subversivos; secretos y, al tiempo, dados a la extroversión. Libérrimos. Tiernos e insolentes. Valiéndose de la naturalidad y el descaro para hablar de un desamor que viene seguido de libertad. Porque el amor se pierde y la poeta no se detiene en el porqué, sino en el por hacer, dirigiéndose con audacia a una nueva etapa de la existencia, desde la que observar la vida con desenfado y sin resentimiento. Con valentía y lucidez. Pilar Adón