En Puerperio un narrador evoca el día en que su madre lo lleva a recoger al bebé que ha decidido adoptar. Pero no se trata de un bebé común: lleva vivo miles de años, pasando de regazo en regazo, de la Virgen María a María Antonieta, de madre en madre como un símbolo de poder. Criarlo es sostener la historia entre los brazos, acunarlo sin comprender del todo su peso. Hasta que un día, algo irrumpe en su aparente eternidad: un diente asoma en su boca. Con una voz única y una atmósfera inquietante, Puerperio aborda la maternidad como herencia y el tiempo como una criatura insaciable.