Una mañana, en el Polo Norte, el oso blanco percibió en el aire un olor desconocido y se lo dijo a la osa mayor (la osa menor era su hija): "¿Habrá llegado alguna expedición?". Sin embargo, fueron los ositos los que encontraron la flor. Era una violeta y temblaba de frío, pero seguía perfumando el aire con valor, porque ese era su deber. Los cuentos y fábulas de toda la vida relatados con una visión muy actual y acompañados por magníficas ilustraciones de artistas de primera línea. La redacción de los textos en letra ligada y su cómodo y manejable formato son perfectos para iniciar a los más pequeños en el placer de la lectura.