El pequeño Agustín es secuestrado por un desconocido, llevándoselo en un coche a toda velocidad, teniendo a los pocos kilómetros un fatal accidente en el que fallece el secuestrador y una señora que también iba en el coche. Alex, un señor que presencia el accidente saca al niño del vehículo en llamas, siendo a raíz del caso cuando este conoce a los padres del
pequeño en el hospital donde está el niño ingresado.