Este cuento va dirigido al corazón de tantas niñas y niños heridos y silenciados, los anima a hablar: ya es hora de contar sus historias, de buscar a quienes les escuchen. Nos recuerda que la esperanza nos acompaña incluso en los momentos más desgarradores, trayendo un rayo de luz a ese bosque tan oscuro; nos muestra que existe un camino hacia el fin del dolor y hacia la libertad. Este álbum ilustrado aborda, de forma simbólica, la violencia, el maltrato y el abuso sexual infantil (ASI). La narración fue elaborada a partir de frases reales pronunciadas por niños, durante encuentros sostenidos por la autora Graziela Eskelsen en el Consejo Tutelar donde trabaja en la defensa de menores. A nivel mundial según un informe de septiembre de 2016 de la OMS 1 de cada 5 mujeres y 1 de cada 13 hombres han declarado haber sufrido abusos sexuales durante su infancia. Los abusos sexuales, especialmente los perpetrados durante la infancia, condicionan la futura salud mental, sexual y física de la persona; en muchos casos, permanecen en secreto incluso en la edad adulta. La prevención es la mejor protección contra el abuso sexual infantil. Si no visibilizamos el problema, no podremos ponerle fin. Hablando y superando tabús, crearemos una sociedad más sana y segura para nuestros menores. Por el derecho de los niños al respeto! Hagamos valer los derechos fundamentales de los niños.