Con un método organizativo que, como veréis, se va adaptando y optimizando según las necesidades, prioridades y recursos de cada uno, vais a ahorrar en las tres áreas del orden (espacio-tiempo-dinero). Cada cosa tendrá su sitio, habrá un sitio para cada cosa, y no menos importante: un momento para hacer una u otra tarea, sin dejar de lado el beneficio económico que supone.