INCUNA convocó las XXIII Jornadas de Patrimonio Industrial celebradas en Gijón en la última semana de septiembre de 2021 con una propuesta dirigida a investigadores, gestores y personas interesadas en la valorización del patrimonio industrial agroalimentario, ya sea su esencia patrimonial, en los aspectos materiales de su visión arquitectónica o tecnológica, o aquella visión sobre el denominado patrimonio inmaterial y las culturas del trabajo. Se trataba de trasladar al presente aquel pasado de lo que se denominó popularmente en el ámbito hispano hablante industrias del comer, beber y arder, y por ello la razón del título para las Jornadas Internacionales del año 2021: Patrimonio con gusto, una visión polisémica del patrimonio industrial, cultural y natural de la industria alimentaria en nuestra vida cotidiana, social y económica. Las Jornadas se organizaron con un formato híbrido , dadas las circunstancias de pandemia Covid19 de aquel entonces, con participación presencial y también de forma on-line, que posibilitaron una amplia participación y repercusión internacional con 232 asistentes de 18 países, cuya puesta en común de sus trabajos ha llevado en muchos casos a establecer una vinculación de RED entre investigadores, instituciones e interesados en el patrimonio industrial y cultural a nivel nacional e internacional. Se plantean en las XXIII Jornadas de INCUNA cuatro apartados principales, dos paneles cross cutting, con una novedad en las Jornadas cual fue la organización en el transcurso del año de seis talleres o laboratorios sobre temas monográficos vinculados al Patrimonio con gusto que se coordinaron y emitieron en forma de webinario, todos ellos se pueden consultar en el Canal INCUNA de Youtube. La exposición de ponencias y la realización complementaria de itinerarios o rutas patrimoniales por el territorio concitó un interés notable, multiplicando la participación y el compendio de investigaciones, experiencias y propuestas que valorizan el patrimonio industrial y cultural: las culturas y el paisaje del: café, la sidra, el azúcar, la industria conservera, la economía circular y experiencias de reúso aplicadas en ciudades y diferentes lugares del mundo, junto a otras singulares experiencias en el planeamiento de espacios patrimoniales en zonas agrarias o periurbanas. Estas actividades posibilitaron visibilizar ante un más amplio número de personas, a escala internacional, lo importante de priorizar la conservación y valorización de un patrimonio esencial, cuál es el patrimonio agroalimentario. Es un patrimonio que conforma testimonios y expresiones culturales, dentro de un constructo social que conforman los paisajes humanizados con sus prácticas, producciones, arquitecturas, ingenios, saberes y memoria. La actividad agrícola, ganadera o pesquera, entre otras, hace posible que tengamos alimentos a través de un proceso de producción, elaboración, transformación, comercialización y desarrollo de una cadena alimentaria, que lleva a nuestras casas elementos indispensables para la vida cotidiana de las personas. La cuestión de la dignidad del trabajo campesino y de la tierra está de permanente actualidad, una lucha que comenzó hace siglos, y ahora constatamos con alarma el vaciamiento de población de espacios rurales. Preocupados por el cambio climático, observamos el creciente interés por la necesidad de un desarrollo sostenible, de un interés por la gastronomía, por el gusto de los sabores de vinos, aceites, especias o condimentos diversos, así como un nuevo interés por la cultura material. El patrimonio industrial, cultural y natural, el paisaje, los saberes y quehaceres de nuestras tierras y nuestras gentes se han vuelto objeto de nuevas miradas y urgentes acciones para construir el futuro, cuando se rompe el vínculo con el territorio. El patrimonio biocultural, un concepto ante el que llamamos la atención por medio de estas Jornadas, se ha puesto en primer plano en estos tiempos de confinamientos, pérdidas, miedos y angustias. Atravesamos unos años que han dejado huellas profundas y dolorosas en nuestra vida, tanto en nuestra historia personal, como en la colectiva, hemos sufrido y sobrellevado tiempos de pandemia, de crisis sanitaria provocada por el Covid19: De estos tiempos difíciles y experiencias debemos extraer lecciones y enseñanzas para abordar un incierto futuro. Con el programa de Patrimonio con gusto valoraremos como esencial y en su justa medida: el trabajo, esfuerzo y sacrificio de las mujeres y hombres en el campo y espacios rurales, que son parte de una histórica cadena de valor en permanente evolución, y son testimonios de la memoria, del trabajo y de la producción en las industrias alimentarias. A través de este libro se intenta ofrecer una visión y consideración multidisciplinar, poniendo de relieve aspectos que se van desarrollando por los autores en sus diferentes apartados y capítulos, intentando seguir las propias secuencias de su exposición en el congreso citado, con unos textos trabajados y enriquecidos posteriormente para su publicación. Son cinco apartados temáticos donde se insertan los 74 artículos que se incluyen en el libro.