Poco después de reencontrar un amor del pasado, Valentina de Larrosa empieza a advertir una presencia extraña que la envuelve. Ella la relaciona con Renato Abad, la persona con la que ha restablecido comunicación. La interacción con la presencia sigue repitiéndose y tornándose más íntima a medida que pasan los días. Ella decide comentárselo a Renato, pero él no parece saber ni recordar, pues sucede mientras duerme. Concretan una fecha para verse y Valentina viaja a verlo. Ella piensa que podrá aclarar sus dudas con respecto a lo que está ocurriendo, sin embargo, las cosas no se desarrollan como espera. Ella comprueba que tiene sentimientos intensos hacia Renato y percibe que él se siente atraído por ella, pero algo lo detiene. Él comienza a evadirla, pero no se aleja del todo. Y es precisamente por esta evasión de Renato, la continuidad de las experiencias extrasensoriales con él y ese sentimiento de amor tan fuerte, que por ratos no tiene lógica, que comienza a adentrarse en un mundo que desafía lo que ella conoce como real. Esta búsqueda la llevará a enfrentar sus miedos, a replantearse sus creencias, a comprender la esencia del amor y a conocer una historia vedada y olvidada que transformará su vida para siempre.