Lamento de Jean Nicot, trata sobre un grupo de teatro que ensaya un sainete apócrifo de Arniches llamado Las Cigarreras. Las vicisitudes del montaje y las diferentes actitudes personales entre ellos, les llevan a modificar el proyecto original y probar con una sucesión de textos y estilos teatrales. Esta búsqueda dejará al descubierto la naturaleza del verdadero conflicto que les atenaza -el ser humano haciéndose daño a sí mismo- y pondrá a prueba el poder catártico del teatro. KONSTANTÍN: Vomitáis palabras que tratan de inspirar lástima y comprensión, pero solo conseguís hacer un teatro incapaz de mirar más allá de su propio ombligo. Solo vosotros sois culpables de lo que os pasa. ¿A quién le importa la vida de los demás? Os lo diré yo: a nadie. Porque la vida no es más que un panfleto y el arte está obligado a mejorarla. Lamento de Jean Nicot, de Pedro Montalban-Kroebel y Antonio Cremades, escritura a cuatro manos, construida en diferentes niveles, tanto de lenguajes, como de ambigüedad calculada en lo que se refiere a su espacialidad y temporalidad. Nos encontramos ante un texto dramático que aúna aciertos tales como su imaginativa estructura dramática con el de la construcción de unos personajes que, en una posible representación, sin duda harán las delicias de unos actores imaginativos y de una dirección valiente y comprometida con una escena contemporánea.