Esta obra constituye el primer tomo de la monumental y personalísima obra -Estar sin fin-, de Juan Ignacio Ferreras. Pensaba el autor que era más difícil creer en el mundo, en el hombre, que en Dios; más fácil confiar en el Ser que en el Estar que vamos siendo y que se defiende con su propio imaginario. Le imagino sentado a una de sus mesas de trabajo bajo la luz tenue de una lamparita; la máquina de escribir en dócil espera; el café ya medio frío y un cigarrillo probablemente de liar colgando de la comisura de su boca absorta pero no ensimismada. Nada en estas páginas huele a diario íntimo o personal, a culto al ego, a obscenas intimidades -económicamente rentables-. Tampoco se trata de una colección de ensayos. -Queda lo que haces noche tras noche: imaginar, pensar, sufrir, gozar, pero procurando dejar fuera lo más íntimo, porque lo que se llama lo más íntimo es, paradójicamente, lo más gregario y colectivo, lo más ininteresante... lo que todo el mundo ha sentido, y no pensado, alguna vez en su vida...Nos encontramos ante el propio estar si fin del autor, inmersos en su dialéctica del solitario, en sus propias reflexiones -y contradicciones- acerca de la literatura, la estética o la ética. Cualquiera de sus temas nos conciernen: el poder y la alienación del hombre; la soledad y la angustia; la religión y la metafísica; la realidad y la ilusión; el arte, la ciencia y, por supuesto, la literatura...