toda palabra / que nace en la pobreza / se vuelve flor. . He aquí, en estos tres versos derramados sin ruido sobre el mundo, un verdadero manifiesto que valdría para explicar de una vez la entraña de este hermoso libro cuya levedad engañosa, cuyo despojamiento en todos los sentidos, comenzando por el que exige la propia naturaleza del haiku, acaba por convertirse involuntariamente en un ejemplo en el que la intimidad exhalada se aparta de cualquier contorsionismo del yo. Del prólogo de Tomás Sánchez Santiago.