Aquel día, con su carita pegada al frío cristal de la ventana, Amelia pensó que le haría feliz tejer bonitas alfombras como aquellas. Amelia es alegre y soñadora, con una gran imaginación y una extraordinaria habilidad que la hace diferente del resto. Pero, en aquel jardín, nadie se acerca lo bastante hasta ella para conocerla, debido a la mala fama que las de su especie tienen entre el resto de bichitos, que temen quedar atrapados en una de sus trampas. Porque, Amelia es... una araña!!